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Nubes blancas: cómics y nuevas religiones

Se acabó el tiempo del ateísmo. La ciencia ha llegado a su fin, la coherencia es un valor sobrevalorado y el saber debe ceder el paso a la credulidad. A quienes se han alejado de las viejas religiones que codiciosos proselitistas imprimieron en sus tiernos cerebros juveniles, este artículo les propone, entre las cerca de 300 nuevas religiones nacidas en los siglos XX y XXI, una serie de cultos respetables y acordes con los intereses comiqueros de la revista.
La intolerancia persistente o creciente de las religiones dominantes ha dado lugar en las últimas décadas a la aparición de religiones paródicas basadas en la burla y el carácter risueño de sus creencias. El carácter amable y tolerante de estas religiones da fe a la existencia de una humanidad razonable a pesar de todos los malos signos que nos envía la actualidad.
Los excesos jubilosos, sin embargo, enmascaran serios debates sobre ciencia y educación, como la oposición contra el evolucionismo iniciada por los movimientos tradicionalistas en Estados Unidos en la década de 1980. Esto prefigura los enfrentamientos presentes y venideros sobre el lugar de la mujer, el género, la teoría crítica de la raza, vistos como signos de decadencia moral por las iglesias dominantes, los grupos tradicionalistas y los nuevos populismos.
En esta proliferación de nuevos cultos, el cómic nunca está lejos, ya sea a través de la presencia de autores eminentes como Robert Crumb o Paul Mavrides, o incluso de la adivinación de un superratón del cómic indio. Sus imágenes acompañan los nuevos cultos, crean una iconografía religiosa apta para educar a los beatos y feligreses. Aquí se encuentran los nuevos Miguel Ángel y Leonardo Da Vinci, que ilustran la creación del hombre por el monstruo espagueti gigante o celebrando la vida en chancletas. La proliferación de cómics que abordan cuestiones políticas y sociales en la década de 2000 otorga al medio un lugar legítimo de reflexión y acción en los grandes debates de nuestra época y lo sitúa en primera línea de las batallas teológicas.
La Iglesia del Subgenio
El 28 de noviembre de 1986, el agente de policía Van Gorp y su ayudante irrumpieron en la tienda de cómics Friendly Frank’s de Michael Correa, situada en el 3427 de Ridge Road, en Lansing, una localidad de Illinois al suroeste de Chicago. Al volver unos días después, compraron una quincena de revistas con escenas sexuales o desnudos por 41,10 dólares. Presentaron una denuncia por distribución de material obsceno, Correa compareció ante los jueces el 1 de enero de 1988. Fue condenado a un año de libertad condicional y al pago de de 750 dólares por multa y costas del juicio. El veredicto fue finalmente anulado en noviembre de 1989.
El incidente movilizó a la comunidad de profesionales del cómic, que proporcionó apoyo financiero al librero y más allá: los fondos recaudados permitieron la creación del Comic Book Legal Defense Fund (CBLDF, Fondo de Defensa Legal del Cómic), una organización que a día de hoy defiende los derechos del cómic, pide la protección de la Primera Enmienda estadounidense y lucha contra la censura. Entre 2010 y 2016, el Fondo publicó un cómic anual (ilustración n.º1) con nombres tan prestigiosos como Frank Miller, Garth Ennis y Richard Corben. Irónicamente, en 2011 el CBDLF adquirió de la desaparecida Comics Magazine Association of America el logotipo de la Comic Code Authority, símbolo histórico de la autocensura de los editores de cómics en Estados Unidos. En los tristes años 2020, es uno de los organismos más activos en este país para defender el derecho de leer.
Ilustración: Washington, Martha (2010): Liberty Annual, Comic Book Legal Defense Fund, portada.
Entre los cómics incautados por el implacable agente Van Gorp destacan las aventuras de Omaha the Cat Dancer, de Reed Waller, lectura recomendada y premiada por un Eisner Awards, y también la revista Weirdo, llevada a pulso por la tribu Crumb (Robert, su compañera Aline Kominsky y su hermano pequeño Maxon), una publicación periódica que acaparará toda nuestra religiosa atención. En el primer número de la revista, publicado en 1981, había un artículo que invitaba a los lectores a unirse a la Iglesia del Subgenio (Church of the Subgenius), una de las Iglesias que ofrecía el underground estadounidense de la época.
Ilustración : Mavrides, Paul y Reverendo Stang, Ivan (1990): “Sacred Art of the Subgenius”, Psychedelic solution.
La iglesia, fundada en 1979 por el reverendo Ivan Stang (Douglass St. Clair Smith) y el doctor Philo Drummond (Steve Wilcox), tiene como profeta a J. R. Bob Dobbs, un vendedor estadounidense que, según se dice, tuvo una visión de Dios en televisión en 1953 y fue asesinado y resucitado varias veces a raíz de eso. Tiene una esposa, Connie Dobbs, “la bendita antivirgen», una mujer inteligente, rebelde, promiscua y metamorfa. Eso no impide que en su hogar Connie resulte ser una excelente ama de casa.
En la parafernalia subgenial, Dios (Jehová 1 o JHVH-1), al igual que su esposa Eris, es una criatura extraterrestre malsana (“relativamente diabólica”), aunque menos que otros dioses de la galaxia. La filosofía de la iglesia, detallada en el Bobliographon, se basa en la apología de la holgazanería: se afirma que Bob dijo “¡Dame holgazanería o mátame!”, pero la conspiración mundial trataría de prohibirla porque la holgazanería es libertad y plenitud de vida.
Entre los miembros de la Iglesia del Subgenio se encontraban artistas tan eminentes como los autores de cómics Robert Crumb y Paul Mavrides (editor de Anarchy Comics y coguionista con Gilbert Shelton de los Fabulous Furry Freak Brothers) y los músicos David Byrne y Frank Zappa. Mavrides es también responsable del cómic (inevitablemente de culto) sobre el profeta Bob. No temas las llamas del infierno, Bob te traerá un vaso de agua helada.

Ilustración nº3 : Mavrides, Paul & The Subgenius Foundat Church Of The Subgenius, Ivan Stang (1989): Bob's Favorite Comics, The SubGenius Comic Book, Rip Off Press.
El discordianismo
El brillante barniz cultural del lector le habrá permitido observar que la esposa de Jevohah I se llama Eris, la diosa griega del caos. Esta tiene su propia religión, el discordianismo, fundado en 1957 por dos estudiantes estadounidenses, Gregory Hill y Kerry Thornley. Adorar a un ser caótico es obviamente tentador; a todos nos ha pasado alguna vez en la vida. El discordianismo considera que las religiones tradicionales, con sus sistemas de creencias rígidos, buscan imponer un orden artificial sobre la realidad, algo que rechaza de manera radical. En contraste, la religión discordiana celebra el caos, la contradicción y la aleatoriedad como fuerzas indispensables para mantener el equilibrio universal, sosteniendo que los sistemas excesivamente ordenados las desprecian injustamente, cuando en realidad poseen el potencial de revelar verdades creativas y espirituales profundas.
Algunas religiones nuevas se han fundado para responder a la persistente resistencia de las religiones dominantes frente a los hechos y a los avances de la ciencia, otras se burlan de las extravagancias de predicadores millonarios y de la estupidez de los que los siguen.
La Iglesia del Unicornio Rosa Invisible
Entre los primeros se encuentra la Iglesia del Unicornio Rosa Invisible, una religión fundada a mediados de los noventa por un grupo de estudiantes basándose en el concepto de la tetera del filósofo Bertrand Russell. En 1952, Russell comparó la probabilidad de que existiera el Dios cristiano con la de una tetera de porcelana orbitando entre la Tierra y Marte. Que nunca hayas visto un unicornio no significa que no existan. En concreto, es el responsable de que sistemáticamente haya un número impar de calcetines en la lavadora, y si un calcetín tiene un agujero, es porque el animal le puso su cuerno.
La teoría de Russell y su tetera voladora se evocan en L'esprit critique, un cómic de Isabelle Bauthian y Gally publicado en 2021 que explora la relación entre saber y creencia (también incluye una explicación de la diferencia entre la media y la mediana basada en el órgano de Rocco Siffredi).
La caída inteligente
También está el “culto a la caída inteligente”, inventado en 2002 a partir de la obra de Jeff Stubbs, que profesa el origen divino de la fuerza gravitatoria. Se puede encontrar una breve explicación en la tira cómica de 2005 Teaching gravity (“Enseñando la gravedad”) de Dana Simpson en su serie I drew this (“Yo dibujé esto”), que se reimprimió en el tercer volumen de The New Subversive Online Cartoonists (“Los nuevos dibujantes subversivos en línea”), publicado en 2006. Simpson presenta a un sacerdote que afirma que la gravedad es solo una teoría y que las cosas solo caen porque Dios ha decidido que lo hagan. La elección del nombre de la iglesia hace referencia a la polémica en torno al “diseño inteligente”, un concepto popularizado en los años ochenta por los tradicionalistas cristianos para contrarrestar las teorías evolucionistas.
Ilustración: Simpson, Dana (2005): “Teaching gravity”, I drew it, Glasswings.
La Iglesia Bautista del Aterrizaje
La Iglesia Bautista del Aterrizaje (Landover Baptist Church), fundada por Chris Harper en 1998, publica una serie de cartoons, Baby Jesus, así como libros ilustrados dirigidos a los más pequeños, con títulos tentadores como Daddy, Why Did God Kill Grandma? (“Papá, ¿por qué Dios mató a la abuela?”), del pastor diácono Fred Smith, y Do Your Children Play with Lucifer's Testicles - The Truth About Easter Eggs (“¿Estarán jugando sus niños con los testículos de Lucifer? - la verdad sobre los huevos de Pascua”), del doctor Daniel Cameroon. En 2006, el mismo Chris Harper fue coautor de Welcome to JesusLand (formerly United States of America - Shocking stories of depravity, sex and sin revealed by God's favourite church, Landing Baptist (Bienvenido a JesusLand (antes Estados Unidos de América) - Impactantes historias de depravación, sexo y pecado reveladas por la iglesia favorita de Dios, Bautista del Aterrizaje). Curiosamente, el libro no tuvo solo buenas críticas, sino que su portada, que parodia la histeria de las ceremonias evangélicas, merece figurar aquí.
Ilustración n.º 6: Harper, Chris y al (2006): Welcome to Jesusland! (Formerly the United States of America). Shocking Tales of Depravity, Sex and Sin, Uncovered by God’s Favourite Church, Landover Baptist, Grand Central Publishing.
El pastafarismo
En noviembre de 2005, tras ocho meses de debate, el Consejo de Educación de Kansas dictaminó que la teoría de la evolución estaba en crisis y que a los jóvenes se les debía enseñar por igual el “diseño inteligente”, otro nombre del creacionismo, o sea la intervención divina en el origen del mundo. En respuesta, Bobby Henderson, un físico de Oregón, envió una carta al Consejo solicitando que una nueva religión propia, el pastafarismo o “culto al monstruo de espagueti gigante”, tanto o más probable que el creacionismo cristiano, se enseñara también del mismo modo que el diseño inteligente. No recibió respuesta, pero la reedición de su carta tuvo una gran acogida en los principales medios de prensa estadounidenses y en internet, lo que le permitió publicar su Evangelio del Pastafarismo en marzo de 2006. Una versión en español, El Evangelio del Monstruo de Espagueti Volador, está disponible gratuitamente online.
La rama histórica estadounidense de Bobby Henderson se basa en la mitología pirata, con el Capitán Mosey en particular recibiendo las diez tablas de recomendaciones del Monstruo de Espagueti Gigante, pero perdiendo dos de ellas (aquí no hay mandamientos, solo sugerencias corteses de lo que sería mejor evitar). El pastafarismo es también responsable de una demostración irrefutable de la relación entre la desaparición de los piratas y el cambio climático: cuantos menos piratas hay, más sube la temperatura. El culto se ha extendido por todo el mundo, olvidando un poco sus raíces corsarias, con numerosos intentos, hasta ahora infructuosos, de ser aceptado como religión oficial. Llevar el colador de pasta para cubrirse la cabeza se ha convertido poco a poco en la norma entre los fieles, que luchan incansablemente en todo el mundo por el derecho a llevarlo en sus documentos oficiales, del mismo modo que se permite el velo descubierto que llevan las musulmanas o el turbante de los hindúes.
El impacto iconográfico pastafariano ha sido significativo para ilustradores y dibujantes de cómics: destacan dos obras, Deprived of Religion, de Stuart McMillen, publicada en 2017, y Big Deity?, de Jack Chick, en 2018. La ilustración siguiente, de McMillen, hace referencia a lo que se ha convertido en uno de los iconos del movimiento pastafarista, la parodia de la Creación de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina: la obra, Touched by His Noodly Appendage (“Tocado por su apéndice de pasta”) fue creada por el artista holandés Arne Niklas Jansson en el momento de la inauguración del pastafarismo, con toda probabilidad a finales de 2005 (el autor no recuerda la fecha exacta). Por su parte, Big Deity? expone el enfoque pastafariano del Génesis: el monstruo de espagueti gigante crea el cielo a partir de un colador, la Tierra a partir de una albóndiga y entierra huesos de dinosaurios solo para fastidiarnos.

Ilustración: McMillen, Stuart (2017): Deprived of Religion.
Ilustración: Jansson, Ame Niklas (2005): Touched by His Noodly Appendage.
En 2006, Bobby Henderson comprendió la verdadera naturaleza de la Inteligencia Artificial detrás de nuestros motores de búsqueda:
Ilustración: Anónimo (2006), La verdadera razón por la que Google lo sabe todo, El Evangelio del Monstruo de Espagueti Volador, p. 140.
La Iglesia Misionera Kopimista
La Iglesia Misionera Kopimista (missionerande kopimistsamfundet en sueco), fundada en 2010 por Isak Gerson y Gustav Nipe en Uppsala, es muy atractiva para quienes como nosotros defienden el derecho de cita de las imágenes, aunque las tesis del culto van más allá: su filosofía nos enseña la naturaleza divina (aunque no necesariamente legal) de copiar y compartir información sin límites. Su símbolo es el yin y el yang de Taijitu, con las inscripciones sagradas Ctrl-C y Ctrl-V. No es de extrañar que su actividad misionera le haya granjeado miles de adeptos entre los internautas más dudosos, en Suecia, en el mundo anglosajón y más allá.
El dinkanismo
A veces los cómics se inspiran en las religiones, aquí una de ellas encuentra en el cómic el objeto mismo de su culto. El dinkanismo, religión originaria de Kerala (India), toma como dios a un ratón dotado de superpoderes tras ser abducido por extraterrestres, el superhéroe Dinkan (ilustración n.º 11), cuyas aventuras homónimas, creadas por el guionista N. Somasekharan y el dibujante Baby, se publicaron como parte de la Malayalam comic story series en la revista de cómic infantil Balamangalam a partir de 1983. Es difícil no volar a Thiruvananthapuram, unirse a la iglesia y desfilar con cualquier pretexto y ocasión con la Rat Army de fieles adoradores del superratón.
Ilustración: Interpretación religiosa de un dibujo de N. Somasekharan et Baby, “In Dinkan We Trust”.
El pastafarismo es sin duda una de nuestras mejores ofertas espirituales y uno se puede legítimamente preguntar por qué hay tan pocos paseantes con un colador sobre la cabeza. La Iglesia del Subgenio, el discordianismo, la Iglesia del Unicornio Rosa Invisible y otros cultos presentados aquí tienen indudables cualidades y extienden sus brazos para acogeros en su amable seno.
Si a pesar de todo ninguna de estas iglesias os convence, si hacéis parte de los incrédulos más resistentes, tendremos otras ofertas espirituales aptas para liberaros de vuestro ateísmo rancio en el próximo número de esta estimable revista. ¿Habéis considerado alguna vez que “ateo” es un término absurdo en la medida en que hace referencia a algo en lo cual, entre miles de otras cosas, uno no cree? Si por desgracia no creéis en Papá Noel, ¿tendríamos que denominaros apapanoelos?
*Analista de cómics
Lee aquí la segunda parte ➡️ Nubes blancas: cómics y nuevas religiones (2)
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